Astrid Vitols, culturas

La cuestión de los orígenes, de las raíces, de la identidad es fundamental en todo ser humano .

Es un zócalo fundador sobre el que apoyarse para avanzar, conocerse, construir su personalidad y desarrollar su vida en toda su globalidad. Comprendidas sus actividades profesionales.

Con el tiempo, me he dado cuenta de lo que a los demás les gustaba de mí en el plano profesional y humano, en términos de sentido intuitivo, de creatividad, de originalidad en la escritura, estaba en parte pero sin ninguna duda ligado a mis orígenes letones, a la vez raíces de identidad y fundamentos culturales. Letonia , Riga su capital, el Báltico, una región del mundo en la que no nací, en la que no he vivido nunca y cuya lengua ni siquiera hablo. Pero la necesidad profunda de humanismo, de belleza, de arte, de rigor está inscrito en mí y he comprendido que estos valores formaban parte del ADN y del patrimonio artístico del pueblo letón. Nieta de un compositor y director de coral famoso por una parte, en la estela de escritores por otra parte, me sitúo en una filiación que cruza escritura y música, dos polos que no han cesado de jalonar mi existencia.

Durante su primer periodo de independencia (1918-1939) me gusta precisar que el pequeño pueblo resplandeció con un número inaudito de artistas en todos los campos: música, ópera, canto coral, teatro, literatura, poesía, pintura, escultura, alfarería, joyas, textil, ilustración, fotografía, cine, películas animadas. Una tierra de talentos que se perpetúa todavía hoy, con un dinamismo desbordado.